Pesca ilegal frente a las costas de Caleta Olivia
Operan buques chinos, coreanos y algunos con bandera británica.

Pesca ilegal frente a las costas de Caleta Olivia y Comodoro Rivadavia : operan buques chinos, coreanos y algunos con bandera británica. Lo advirtió César Lerena, experto en temas vinculados al Atlántico Sur. La pesca ilegal representa entre 600 y 1.000 millones de dólares al año a partir de recursos que nacen en aguas argentinas
“Estos buques extranjeros operan de forma ilegal aun cuando no ingresen a nuestra ZEE, porque están subsidiados por sus países de origen y no tienen control de ningún tipo (de redes, de registro de operaciones, de las especies que descartan, etc) –denunció-. Si bien se entiende que la pesca en alta mar es libre, al pescarse sin control y sin acuerdo con los estados ribereños (que son Argentina y Uruguay), debe calificarse como ilegal”.
Lerena explicó que hubo algunos cambios y hoy los sistemas satelitales permiten un mayor control sobre el mar argentino, pero advirtió que el problema sigue siendo grave, ya que las especies, particularmente el calamar que nace en aguas argentinas, migra por razones biológicas hacia alta mar o hacia el área de Malvinas, ilegalmente ocupada por Gran Bretaña.“Las especies son migratorias y van a un determinado lugar, por razones de reproducción u otros motivos biológicos y después vuelven al lugar de origen. Explicó.
Por lo tanto, la captura que se realiza más allá del límite marítimo también debe considerarse como una extracción de recursos originarios de la ZEE”.“Se llevan entre 600 y 1.000 millones de dólares por año”El especialista insistió en que la irregularidad se perpetra independientemente de si violan o no el límite del mar argentino: “Son recursos que nacen en aguas argentinas. Por ejemplo el calamar, que es una de las principales especies que capturan, nace y luego migra hacia Malvinas o alta mar. Es ahí donde esta flota, en algunos casos con licencia ilegal británica, pescan y unas 250 mil toneladas por año de pescado, lo que significa que nos extraen, dependiendo de especies y valores, entre 600 y 1.000 millones de dólares por año”.
A lo anterior añadió que fuera del área de Malvinas, las capturas que lleva adelante principalmente la flota china alcanza otras 750 mil toneladas por año, casi la misma cantidad que por su parte produce la flota argentina dentro de la ZEE.
Lerena advirtió que otro perjuicio de magnitud es que los buques extranjeros se quedan con trabajo que podría realizarse por operarios argentinos, particularmente del litoral patagónico.“El tercer daño, aunque son muchos más, es que esa mercadería compite en el mercado internacional, por lo cual los empresarios argentinos que pagan todos los impuestos, que muchas veces tienen retenciones a las exportaciones y todas las cargas laborales que enfrentan, compiten con una materia prima que es subsidiada y capturada ilegalmente”, añadió.
Al seguir enumerando perjuicios, el especialista recordó que los buques argentinos deben respetar las Capturas Máximas Permitidas que se fijan cada año para cuidar el recurso pesquero y evitar su depredación, mientras que en alta mar el esfuerzo pesquero sobre las especies no tiene ningún tipo de límite ni control.
“Por lo tanto, causan daño a las especies en general, porque el ecosistema es el mismo”, cuestionó.Las licencias que otorga el gobierno de MalvinasLerena enfatizó que el problema de la pesca ilegal está vinculado con la ocupación británica de las islas Malvinas.“No olvidemos que el principal recurso de los británicos en Malvinas es la pesca, al menos por ahora, mientras el petróleo no avance y ellos han otorgado licencias en los últimos 40 años, con lo que han extraído 250 mil toneladas por año.
Nada les impide, a esas mismas embarcaciones, si el recurso está fuera de la zona exclusión de las islas (que por otro lado, sigue siendo territorio argentino) seguir pescando y de hecho lo hacen, por fuera de la ZEE”.Frente a esa situación, detalló que los recursos de la Armada y Prefectura son limitados para el control de más de 3 millones de kilómetros cuadrados que representa la superficie del mar continental argentino.
Con información de ADNsur.