EL IPC DE AGOSTO FUE DE 4,2%
¿Por qué la inflación del INDEC no refleja la realidad de los hogares?
Cómo se mide el Índice de Precios al Consumidor en Argentina y las dificultades que existen. Por qué los aumentos que más pesan sobre la clase media
“¿Cómo la inflación va a ser del 4% si todo aumenta mucho más?” es algo que millones de argentinos se preguntan. Esta desconexión entre la desaceleración del Índice de precios al Consumidor (IPC) que mide el INDEC y los fuertes aumentos de precios ha reavivado el debate acerca de las estadísticas del ente oficial.
El propio Marco Lavagna, titular del INDEC, reconoció que se están trabajando algunos cambios en la medición. El conflicto radica en las bases y las ponderaciones que se utilizan. Las dificultades metodológicas para medir la inflación en Argentina y la inestabilidad económica. ¿Cómo evolucionaron los salarios en el gobierno de Javier Milei?
¿Qué es la inflación, qué es el IPC y cómo se mide en Argentina?
Según el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de CABA, “la inflación es un fenómeno que involucra la suba generalizada de todos los precios de una economía". Afecta tanto a los bienes y servicios que se consumen en el país como a los importados. También impacta en los insumos que se usan en las industrias y en las inversiones.Pero como es imposible relevar todos los precios de una economía, cada país utiliza su metodología para medir la inflación. En Argentina, el INDEC, con apoyo de las direcciones provinciales de estadística, calcula el IPC, ese que conocemos como “el número de la inflación”.El IPC mide la evolución de los precios de un conjunto de bienes y servicios representativos del gasto de consumo de los hogares residentes en áreas urbanas. Sus resultados se publican como índice nacional; y para Cuyo, GBA, Noreste, Noroeste, Pampeana y Patagonia, como índices regionales.Este índice no solo sirve para comparar la evolución de precios en distintos sectores de la economía o como indicador del cambio en el poder de compra de los consumidores, sino que es importante para determinar políticas económicas y monetarias, obligaciones contractuales, tasa de interés y remuneraciones, entre otras cuestiones.
¿Cómo se definen los bienes y servicios que son representativos del gasto de consumo de los hogares?
El INDEC toma como base la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHO) 2004-2005, una encuesta a nivel nacional en la que se comparararon ingresos y gastos de las familias en todo el país (qué y dónde compraban). Con esa información se armó una canasta de consumo cuya evolución de precios es la que define el IPC.El ente estadístico releva unos 320.000 precios todos los días hábiles en más de 500 supermercados, 16.200 negocios de cercanía y empresas prestadoras de servicios, ya sea de manera presencial, telefónica o digital.Para calcular el IPC, el INDEC divide los bienes y servicios en 12 rubros, los cuales a su vez tienen subdivisiones y dentro de ellas productos particulares. Por ejemplo, Alimentos y Bebidas incluye, entre otros, Frutas, y allí dentro se calculan por separado los precios de la banana, la manzana y la naranja.
Una inflación más real
El Gobierno cuenta con datos más recientes, provenientes de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2017-18 (se utilizarían para los cambios que anticipó Lavagna). Allí cambia la canasta y baja un poco el peso de Alimentos y suben bastante el de Vivienda y servicios y Transporte. Lo mismo Comunicación que casi que se duplica.Si se utilizaran esas ponderaciones, más cercanas a la realidad de estos últimos meses, la inflación estaría varios puntos por encima de la actual. “Quizá el Gobierno aspira a empezar a utilizar esos datos nuevos cuando crea que terminó de ajustar en las tarifas de los servicios”, advierte Amico.Por un lado es conveniente no hacer cambios de manera recurrente —el propio Indec recomienda actualizar ponderaciones cada 5 años— y en caso de hacerlo que sea de manera gradual, pues las grandes modificaciones dificultan la comparación entre períodos. Pero por el otro lado, se corre el riesgo de tener canastas y ponderaciones muy alejadas de la realidad de la mayoría de los argentinos.