SANTA CRUZ
Los días más oscuros de Leguizamón: ausencias, tensiones internas y campaña cuesta arriba
El vicegobernador atraviesa un momento crítico en el oficialismo. Fuentes provinciales hablan de distanciamiento político, aislamiento institucional y desgaste electoral

El vicegobernador atraviesa un momento crítico en el oficialismo. Fuentes provinciales hablan de distanciamiento político, aislamiento institucional y desgaste electoral en la previa del 26 de octubre.
Fabián Leguizamón, actual vicegobernador de Santa Cruz, enfrenta lo que en pasillos oficiales ya definen como “sus días más oscuros”.
La relación con el gobernador se ha enfriado, su presencia en actos públicos se ha vuelto nula y su influencia en la campaña electoral del oficialismo parece diluirse.El punto de quiebre habría sido el episodio en El Calafate, donde Leguizamón protagonizó un accionar desmedido contra la Fundación Valdocco. Lo que él consideró una intervención ejemplar, en el entorno político fue leído como una sobreactuación que terminó beneficiando al cura Molina, candidato de Fuerza Santacruceña, quien logró mejorar su imagen y subir en las encuestas.Desde entonces, Leguizamón quedó fuera del radar institucional.
Su ausencia en actividades oficiales es notoria y su rol en la campaña se volvió incómodo. A esto se suma el bajo rendimiento de Gisella Martínez, segunda candidata del oficialismo, cuya estrategia no logra despegar.
Daniel Álvarez, principal candidato de SER Santa Cruz, evita mostrarse cerca de lo que algunos en el oficialismo llaman “el saco de plomo”.Fuentes cercanas al gobierno aseguran que el resultado electoral del 26 de octubre será determinante para redefinir los equilibrios internos de la fórmula provincial. Mientras tanto, el vicegobernador transita un escenario de silencio, distancia y desgaste político.